La realidad es como una cebolla, se compone
de capas. Normalmente nos movemos en las capas exteriores pero si nos acercamos
lo suficiente y comenzamos a quitar capas vemos que hay mucho trasfondo del que
no éramos conscientes. Cuando nos sentamos en el avión y accionamos la llave de
arranque simplemente esperamos que el motor se ponga en marcha y somos ajenos a
lo que sucede en las capas interiores. Electrones en movimiento, campos
magnéticos, combustible vaporizado, arcos eléctricos de alto voltaje,
explosiones sincronizadas… Si nos paramos a pensar es algo fantástico que
sucede con un simple giro de la llave.
Hoy me gustaría raspar un poco la superficie
y poner la lupa en un par de componentes básicos del sistema de arranque de
nuestros motores: el relé de arranque y el interruptor de arranque y, sobre
todo, en la interacción entre ellos. Son sencillos e indispensables para arrancar
el motor.
Como su propio nombre indica, el interruptor
de arranque no es más que eso, un interruptor que abre o cierra un circuito
eléctrico, como los interruptores para encender o apagar la luz en casa aunque
físicamente sean muy diferentes. Básicamente pueden ser de dos tipos, los que
se accionan con una llave que se gira y los que se accionan pulsando un botón. En
posición de reposo el circuito está abierto. Al girar la llave (normalmente en
sentido horario) o pulsar el botón se cierra el circuito. Al girar la llave en
sentido contrario o soltar el botón se abre el circuito. Son interruptores de
acción momentánea, si soltamos la llave o el botón en posición de arranque, un
muelle los lleva automáticamente a su
posición inicial. Algunos interruptores de arranque de llave
además controlan también el sistema de encendido. La llave tiene 5 posiciones,
en sentido horario son:
Off: Los dos sistemas de encendido están
apagados.
L: Uno de los dos sistemas de encendido está
conectado y al girar el motor una bujía en cada cilindro tendrá chispa.
R: El otro sistema de encendido (el que
permaneció desconectado con la llave en posición L) está conectado.
BOTH: Ambos sistemas de encendido están
conectados.
START: Se acciona el relé para arrancar el
motor. Esta posición es momentánea. Si soltamos la llave en esta posición un
muelle la lleva automáticamente a la posición BOTH.
Yo personalmente, prefiero tener una llave
que solo sirva para arrancar y dos interruptores separados para controlar el
encendido.
El esquema a continuación es una
representación conceptual de un sistema de arranque genérico. En particular el
relé de arranque no representa físicamente a ningún relé concreto.
Un relé no es más que un interruptor cuyo
estado abierto/cerrado se controla mediante un electroimán. En el esquema vemos
que este relé concreto está normalmente abierto por la acción del muelle (M)
que mantiene separados los contactos (C). Cuando giramos la llave de arranque lo
que estamos haciendo es cerrar el circuito eléctrico entre el positivo de la
batería y masa a través de la bobina (B). Esto hace que circule una corriente
eléctrica por la bobina. Como aprendimos en clase de física en el colegio,
cuando una corriente eléctrica circula a través de un conductor se genera un
campo magnético exactamente igual al de un imán. La bobina, que además está
arrollada alrededor de un núcleo metálico simplemente logra que el campo
magnético sea más intenso. Este campo magnético atrae a la palanca (P) que
cierra los contactos (C) permitiendo que llegue corriente al motor de arranque
que al girar inicia la puesta en marcha del motor. Con una corriente pequeña a
través de la bobina somos capaces de conectar y desconectar un circuito que
permite el paso de una gran cantidad de corriente entre la batería y el motor
de arranque. Mientras circule corriente a través de la bobina el campo
magnético generado mantiene los contactos cerrados. En cuanto soltamos la
llave, ya no circula corriente y desaparece el campo magnético. El muelle hace
que la palanca vuelva a su posición original y los contactos se separan.
Pasemos ahora a la siguiente capa y veamos
con un poco más de detalle lo que sucede en la bobina dentro del relé al girar
la llave. Es especialmente interesante que nos fijemos en lo que sucede
inmediatamente después de cerrar o abrir el circuito, un breve periodo de
tiempo de estado transitorio mientras la corriente pasa de cero a su valor máximo al cerrar el
circuito o de su valor máximo a cero al abrirlo. En estos estados transitorios las
cosas son un poco más complejas. Para ello son de utilidad las dos gráficas siguientes que muestran la variación de la intensidad y del voltaje en la bobina
en función del tiempo. Conviene recordar que del mismo modo que una corriente
eléctrica a través de un conductor produce un campo magnético a su alrededor,
un campo magnético que varia alrededor de un conductor produce una corriente
eléctrica en el mismo. Una bobina tiene la propiedad de oponerse a cualquier cambio (variación en el tiempo) en la corriente que la atraviesa. Esta propiedad se llama inductancia. La bobina almacena energía en
forma de campo magnético cuando la corriente a través de ella se incrementa y
la devuelve cuando la corriente disminuye.
Al
girar la llave una corriente eléctrica comienza a circular desde la batería,
pasa por el interruptor de arranque, a través de la bobina y llega a masa. Esto
como hemos visto genera un campo magnético. En el estado transitorio el campo
magnético generado se expande desde el centro de la bobina hacia afuera, es
decir, varía y las líneas de fuerza atraviesan las espiras induciendo una
corriente en sentido contrario a la corriente inicial que lo creó en primer
lugar. Es lo que se denomina fuerza
contraelectromotriz cuya magnitud depende del régimen de cambio de la corriente.
Cuanto más rápida sea la variación de la corriente, es decir, cuanto más corto
sea el estado transitorio, mayor es la fuerza contraelectromotriz y viceversa. Cuando
la corriente a través de la bobina llega a su valor máximo y permanece
constante, el campo magnético ya no se expande más (no varía) y por tanto, la
fuerza contraelectromotriz desaparece. Por eso en la gráfica de corriente vs tiempo vemos
que los flancos ascendente y descendente no son líneas rectas sino curvas
exponenciales. Al soltar la llave se abre el circuito y la corriente pasa de su
valor máximo a cero. En esta situación la bobina también se opone al cambio de
corriente, como ahora la corriente disminuye, la bobina trata de aumentarla. El
campo magnético comienza a desaparecer, es decir, varia lo que vuelve a inducir
una corriente eléctrica en sentido contrario a la corriente que circulaba por
la bobina antes de abrir el circuito. Estos cambios rápidos en la corriente
pueden provocar picos de voltaje elevados, del orden de centenares de voltios,
suficientes como para provocar chispazos entre los contactos del interruptor de
arranque. De alguna manera hay que disipar toda la energía que la bobina
almacenó en forma de campo magnético al principio.
La mala noticia es que esto no es bueno para
los interruptores de arranque. Seguro que se necesita mucho tiempo y muchos
arranques para que se dañe el interruptor, probablemente en un interruptor
con llave nunca haya problemas pero en
los de tipo botón pulsador que suelen ser de peor calidad es más fácil que
acaben dañándose con el tiempo. La buena noticia es que hay una solución
ligera, económica y fácil de implementar aunque no es habitual verlo en
instalaciones de motor de aviones deportivos (en electrónica es
imprescindible). Yo personalmente lo tengo instalado en mi avión y funciona. Se trata simplemente de poner un
camino para que toda la corriente que se genera al abrir el circuito circule
mientras el campo magnético se colapsa y desaparece evitando así los chispazos.
Esto se logra con un simple diodo entre los dos terminales de la bobina del relé.
Un diodo es un componente que podemos encontrar en todas las tiendas de
electrónica y que cuesta céntimos. Cualquiera que soporte voltajes elevados nos
sirve. Por dar una referencia podéis comprar un BY255 que soporta hasta 1300
Voltios y cuesta menos de 20 céntimos.
Físicamente el diodo es un cilindro de unos
4 o 5 mm de diámetro y unos 9 o 10 de longitud como podemos ver en la imagen. El
diodo lo hemos de instalar con el ánodo conectado a masa y con el cátodo
conectado al terminal del interruptor de arranque en el relé. El extremo
marcado con una ralla blanca es el cátodo, el otro el ánodo. Un par de
terminales, un poco de funda termoretráctil, unas soldaduras, un rato de trabajo y ya tenemos el
interruptor de arranque protegido.
Como curiosidad, en el siguiente VIDEO podemos ver realmente
las chispas que se generan al abrir el circuito.
Y ahora aviadores y aviadoras, a volar, que la vida son cuatro días
y uno llueve o hay Mestral.
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