miércoles, 27 de noviembre de 2019

El asesino invisible

Lo reconozco, he escogido un titular excesivamente sensacionalista. Mea culpa, solo tenía la intención de llamar vuestra atención. Quizá alguien se sienta decepcionado, con este titular se espera una historia truculenta y escenas de lucha a vida o muerte con un polizón inesperado en el cockpit, navajas brillando y trazando trayectorias mortales en pleno vuelo, pero no es eso lo que vais a encontrar. Esta es una historia mucho más humilde en épica que se desarrolla en silencio, no hay puñetazos ni armas blancas pero puede llegar a ser igualmente desastrosa. Es también poco probable que suceda, pero poco probable no significa imposible. Hay cosas que no suelen pasar salvo cuando pasan. Esta es la historia de como nos afecta la presencia de monóxido de carbono (CO) en la cabina, de como algo aparentemente insignificante  se cuela en nuestros vuelos y nos acerca al peligro, porque el monóxido de carbono es altamente tóxico. No será una historia excesivamente rigurosa desde un punto de vista químico o médico pero intentaré que si lo sea desde nuestro punto de vista como aviadores.