Todos sabemos lo que es una pérdida. Somos pilotos y las hemos practicado muchas veces durante el curso. Cortar gas, reducir velocidad manteniendo el avión recto y nivelado hasta que el morro cae, cuando esto sucede empujar la palanca hasta que la velocidad aumenta para luego dar gas y nivelar el avión. Simple. No hay nada misterioso ni peligroso. El problema es que en el curso somos conscientes de lo que está pasando, somos nosotros los que estamos provocando la pérdida, sabemos lo que va a pasar, cuando va a pasar y sabemos también cómo debemos reaccionar. Y lo hacemos correctamente justo cuando hay que hacerlo. Este es un escenario académico con el objetivo de enseñarnos e introducirnos a la pérdida pero la vida real no es tan simple.